Ser mejor persona. Tal vez éste es su gran anhelo y búsqueda.
Esperamos que las palabras que vienen a continuación le ayuden para seguir
avanzando en su propósito.
Si queremos crecer como personas es porque
consideramos en nosotros mismos algunos aspectos débiles, heridos o
carenciados. Esto es importante considerarlo, estar conscientes de nuestras falencias,
para trabajar en ellas, tarea que implica humildad, concentración y esfuerzo. Humildad
porque debe reconocer sus defectos o aspectos no sanos en sí mismo, deponiendo
todo orgullo personal; concentración, ya que deberá enfocarse por el tiempo
necesario para sanar, mejorar o superar aquello; y esfuerzo, es decir trabajo
constante, sin desmayo, para resolver el problema.
No es fácil reconocer una limitación. Requiere de
autoconocimiento, observación valiente y franca de sí mismo, sin ocultarse del
espejo. Allí, frente a lo que somos realmente, comienza el camino que nos
conduce a ser mejores personas.
El Maestro llama a este proceso “metanoia”, que es un
cambio de mente, palabra que se ha traducido como “arrepentimiento”. Sólo un
cambio de actitud frente a nuestros defectos, debilidades y errores, puede
conducirnos a una transformación profunda del alma. Por último, no deje fuera
de este proceso a la fuente de energía y crecimiento del universo; no prescinda
del Creador.
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